María Amparo Casar, conocida como Amparito, es una mujer que ha dedicado su vida al servicio público y a la lucha por los derechos de las mujeres. Nacida en 1941 en la Ciudad de México, Amparito se graduó como abogada en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente realizó estudios de posgrado en la Universidad de Columbia.
Amparito comenzó su carrera política en los años 70, cuando se unió al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Ocupó diversos cargos dentro del partido, incluyendo el de Secretaria General y Presidenta del Comité Ejecutivo Nacional. Durante su gestión, Amparito fue una de las principales promotoras de la participación política de las mujeres y de la creación de políticas públicas a favor de la igualdad de género.
En 1999, Amparito fue nombrada Secretaria de Gobernación, convirtiéndose en la primera mujer en ocupar ese cargo. Durante su gestión, Amparito impulsó importantes reformas políticas, como la reforma electoral y la creación del Instituto Nacional de las Mujeres. Además, jugó un papel clave en la negociación del Acuerdo de San Andrés Larráinzar, que buscabaresolver el conflicto armado en Chiapas.
En 2000, Amparito fue candidata a la Presidencia de la República por el PRI. Aunque no resultó electa, su campaña fue un parteaguas en la historia de México, ya que fue la primera vez que una mujer se presentaba como candidata a la Presidencia.
Tras su campaña presidencial, Amparito continuó su trabajo en favor de los derechos de las mujeres y de la democracia. En 2003, fundó el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), una institución dedicada a la investigación y la enseñanza en materia de economía y política. En 2008, fue nombrada Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), cargo que ocupó hasta 2011.
A lo largo de su carrera, Amparito Casar ha recibido numerosos reconocimientos por su trabajo en favor de los derechos humanos y de las mujeres. En 2007, fue galardonada con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. En 2011, recibió la Medalla Belisario Domínguez del Senado de la República.
María Amparo Casar es una mujer excepcional que ha dedicado su vida a luchar por la justicia y la igualdad. Su trayectoria es una inspiración para todas las mujeres que buscan hacer una diferencia en el mundo.
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