Cuando Giorgia Meloni irrumpió en la escena política italiana, muchos se preguntaron quién era esta mujer segura de sí misma y de voz firme. Una mujer que no tenía miedo de decir lo que pensaba, incluso cuando sus opiniones desafiaban las normas establecidas.
Meloni, hija de un contador y una ama de casa, nació en Roma en 1977. Su familia era de clase trabajadora y luchadora, y desde muy joven Meloni aprendió el valor del trabajo duro y la independencia.
A los 15 años, Meloni se unió al movimiento juvenil del partido fascista italiano, el Movimiento Social Italiano (MSI). Fue una época de agitación política en Italia y el MSI era un hervidero de ideas radicales. Meloni quedó fascinada por la ideología del partido, que abogaba por un Estado fuerte, el orden y la tradición.
En 1996, Meloni fue elegida para el consejo municipal de Roma. Tenía solo 21 años, lo que la convertía en la concejala más joven de la ciudad. En el consejo, Meloni rápidamente se ganó una reputación como una política habilidosa e implacable. No tenía miedo de desafiar el status quo y a menudo se encontraba en desacuerdo con sus colegas más moderados.
En 2008, Meloni cofundó el partido político Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia). El partido es un partido conservador de derecha que aboga por la seguridad nacional, la inmigración restringida y los valores tradicionales. Meloni fue elegida líder del partido en 2014.
Bajo el liderazgo de Meloni, Fratelli d'Italia ha crecido constantemente en popularidad. En las elecciones parlamentarias de 2018, el partido obtuvo el 4,3% de los votos. En las elecciones de 2022, el partido obtuvo el 26% de los votos, convirtiéndose en el segundo partido más grande de Italia.
El ascenso de Meloni es un reflejo del creciente descontento en Italia con el status quo. Los italianos están cansados de la corrupción, la inmigración ilegal y la economía estancada. Meloni ofrece una alternativa a los partidos tradicionales, una alternativa que promete sacar a Italia de su estancamiento y restaurar su grandeza pasada.
Meloni es una figura polarizadora. Sus críticos la acusan de ser una fascista, una racista y una homófoba. Sus seguidores la ven como una líder fuerte, una patriota que no teme defender lo que cree.
Tanto si estás de acuerdo con sus políticas como si no, no hay duda de que Giorgia Meloni es una fuerza a tener en cuenta en la política italiana. Es una mujer que no teme decir lo que piensa y que lucha por lo que cree. Es una mujer que podría convertirse en la próxima primera ministra de Italia.