El trágico destino de una joven que conmovió a España
El 7 de junio de aquel fatídico año, Milica acudió a una fiesta en un barrio de Zaandam, en los Países Bajos. Apenas unas horas después, su cuerpo sin vida era encontrado en un estanque cercano. Había sido violada y asesinada con extrema violencia.
La investigación policial se topó con numerosas dificultades, ya que el caso no contaba con testigos presenciales. Sin embargo, los avances en las técnicas de ADN permitieron, años más tarde, identificar al presunto autor del crimen: Hüseyin A., un hombre de origen turco que había sido vecino de Milica.
El juicio, celebrado en 2017, fue seguido con gran expectación por toda la sociedad española. El acusado negó los hechos, pero las pruebas presentadas por la Fiscalía fueron contundentes. Fue condenado a cadena perpetua por asesinato y violación.
El caso de Milica no solo conmocionó por su brutalidad, sino también por la larga espera que tuvieron que soportar sus familiares y amigos hasta que se hizo justicia. Su madre, Nevenka van Doorn, se convirtió en un símbolo de la lucha contra la impunidad y dedicó su vida a mantener vivo el recuerdo de su hija.
El asesinato de Milica dejó una profunda huella en la sociedad española y puso de relieve la necesidad de reforzar los mecanismos de protección de las mujeres frente a la violencia machista. Su nombre se ha convertido en un símbolo de la lucha contra este terrible flagelo.
Hoy, casi tres décadas después de su muerte, Milica sigue presente en la memoria colectiva. Su historia es un recordatorio de la fragilidad de la vida y de la importancia de defender los derechos y la dignidad de todas las personas.
Descanse en paz, Milica.