¡Hola a todos! Soy un residente de primer año y me gustaría compartir con vosotros mi experiencia en la adjudicación de plazas MIR. ¡Fue una locura!
Primero, un poco de contexto. El MIR (Médico Interno Residente) es un programa de formación especializado para médicos en España. Para conseguir una plaza, tienes que hacer un examen muy difícil y luego competir por ellas en un proceso de adjudicación. Este año, había más de 10.000 personas compitiendo por unas 7.500 plazas.
Yo llevaba meses estudiando y estaba muy nervioso por el examen. Pero al final, ¡lo conseguí! Estaba tan feliz que no me lo podía creer. Pero entonces llegó el proceso de adjudicación y todo se complicó.
El día de la adjudicación, me levanté a las 6 de la mañana y me fui al hospital. Allí, nos reunimos todos los aspirantes en una sala grande. El ambiente estaba cargado de tensión.
El proceso comenzó y empezaron a llamar a la gente por orden de nota. Yo tenía una nota bastante buena, así que esperaba conseguir una plaza en un buen hospital. Pero entonces, ¡sorpresa! Me llamaron para una plaza en un hospital que no me gustaba nada. Me quedé helado.
No sabía qué hacer. Tenía que tomar una decisión en ese mismo momento. Podía aceptar la plaza o rechazarla y esperar a la siguiente ronda de adjudicación. Pero si rechazaba la plaza, podría perderla para siempre.
Al final, decidí aceptar la plaza. No era mi primera opción, pero era una plaza y no quería arriesgarme a quedarme sin nada. Ahora, estoy haciendo la residencia en ese hospital y, aunque no es el que yo quería, estoy aprendiendo mucho y estoy disfrutando de la experiencia.
Así que, si estás pensando en presentarte al MIR, te deseo mucha suerte. Es un proceso duro, pero merece la pena. Y recuerda, ¡nunca se sabe lo que te puede deparar la adjudicación de plazas!
- Un residente de primer año