Moisés Pasapalabra




Cuando era niño, una de mis actividades favoritas era ver el programa de televisión "Pasapalabra". Me encantaba ver a los concursantes enfrentarse en una batalla de ingenio, resolviendo acertijos y respondiendo preguntas de cultura general.

Un día, mientras veía el programa, me di cuenta de que tenía algo en común con uno de los concursantes. Ambos nos llamábamos Moisés. En ese momento, un sueño audaz nació en mi corazón: quería participar en "Pasapalabra" algún día.

Pasaron los años y nunca olvidé mi sueño. Estudié mucho, leí libros, resolví crucigramas y mejoré mi vocabulario. Finalmente, el día que había estado esperando llegó. Me presenté a un casting y, para mi sorpresa, ¡fui seleccionado!

El día de la grabación, estaba nervioso pero emocionado. Conocí a los otros concursantes y al presentador, Christian Gálvez. El plató era más grande de lo que había imaginado y las luces eran cegadoras. Pero cuando comenzó el programa, todo el miedo desapareció y me concentré en el juego.

Resolví acertijos, respondí preguntas de historia, geografía y actualidad. Cada respuesta correcta me acercaba al ansiado bote. Pero no todo fue fácil. Hubo preguntas difíciles y momentos en los que me quedé en blanco. Sin embargo, nunca me rendí.

Al final del programa, llegué a la última prueba: "El Rosco". Tenía 25 segundos para responder a 25 preguntas. Sabía que era mi oportunidad de hacer historia. Me concentré con todas mis fuerzas y respondí pregunta tras pregunta.

Cuando sonó la bocina, había respondido correctamente a todas las preguntas. Había ganado "Pasapalabra". Fue un momento increíble. No podía creer que hubiera hecho realidad mi sueño.

Pero más allá del premio, lo más importante para mí fue el viaje. Había demostrado que con perseverancia y esfuerzo, todo es posible. Y que incluso un niño que soñaba con ser como Moisés en "Pasapalabra" podía hacer su sueño realidad.

Ahora, cada vez que veo el programa, recuerdo ese día especial. Y siempre me digo a mí mismo: "Si yo pude, tú también puedes". Así que si tienes un sueño, no lo dudes. ¡Ve a por él!