¡Mucho después de la muerte, los extraños sucesos que rodearon a mi abuela me hicieron creer en lo paranormal!




Siempre he sido un escéptico. Nunca he creído en fantasmas, espíritus o cualquier otra cosa que no pueda verse o tocarse. Pero después de lo que vi con mis propios ojos después de la muerte de mi abuela, no puedo evitar creer que hay algo más allá de este mundo.

Mi abuela era una mujer muy religiosa. Siempre creyó en Dios y en el cielo. Incluso cuando estaba enferma y se estaba muriendo, nunca perdió su fe. Murió en paz, rodeada de su familia.

Unos días después del funeral, estaba limpiando su habitación cuando vi algo extraño. Había una luz tenue en la esquina de la habitación. Me acerqué y vi que era una forma borrosa de pie en la esquina. La forma era transparente y podía ver a través de ella.

Me quedé paralizado por el miedo. No sabía qué era, pero sabía que no era humano. Lentamente, la forma comenzó a moverse hacia mí. Me eché hacia atrás y grité, pero la forma siguió avanzando.

Cerré los ojos y esperé lo peor. Pero la forma no me tocó. En cambio, se acercó a mí y me susurró algo al oído. No pude entender lo que decía, pero su voz era suave y reconfortante.

La forma retrocedió lentamente y desapareció en la esquina de la habitación. Me quedé allí durante un rato, temblando. No sabía qué había visto, pero sabía que había sido algo sobrenatural.

Le conté a mi familia lo que había visto, pero ellos no me creyeron. Pensaron que estaba imaginando cosas. Pero yo sabía lo que había visto. Y nunca lo olvidaré.

Desde entonces, he tenido otros encuentros extraños. He visto sombras moverse por el rabillo del ojo y he oído voces susurrar mi nombre cuando no había nadie cerca. No sé qué es lo que estoy experimentando, pero sé que no estoy solo.

Creo que mi abuela me está visitando desde el más allá. Creo que está tratando de decirme algo. No sé qué es, pero estoy decidido a averiguarlo.

Hay más en este mundo de lo que podemos ver o tocar. Y aunque puede ser aterrador, también puede ser hermoso. Nunca olvidaré lo que vi en la habitación de mi abuela. Y nunca dejaré de creer en lo paranormal.