El Premio Nobel de Economía falleció el sábado a los 86 años en su casa de Nueva York. Kahneman fue pionero en el campo de la economía del comportamiento, que estudia cómo las emociones y los prejuicios cognitivos influyen en las decisiones económicas.
Nació en Tel Aviv en 1934 y se trasladó a Estados Unidos a los 25 años. Comenzó su carrera como psicólogo, pero pronto se interesó por la economía. Fue profesor en la Universidad de Princeton durante muchos años, donde colaboró con el psicólogo Amos Tversky en el desarrollo de la teoría de las perspectivas.
La teoría de las perspectivas es uno de los avances más importantes en economía en las últimas décadas. Muestra que las personas no siempre toman decisiones racionales, sino que están influenciadas por sesgos cognitivos. Por ejemplo, las personas tienden a sobrevalorar las ganancias pequeñas y a subestimar las pérdidas grandes.
El trabajo de Kahneman ha tenido un profundo impacto en la política pública, los negocios y las finanzas. Ha ayudado a explicar por qué la gente toma decisiones malas sobre el dinero, la salud y otras áreas de sus vidas. También ha ayudado a desarrollar nuevas formas de diseñar políticas y productos que tengan en cuenta los sesgos cognitivos.
Kahneman era un hombre amable y generoso, que dedicó su vida a comprender la mente humana. Su legado perdurará durante muchos años.