¿Recuerdan el día que una mujer disparó en Lo Valledor? Fue un martes, y yo estaba sentada en mi cocina, tomando un café y leyendo el periódico. De repente, oí un fuerte ruido fuera. Miré por la ventana y vi a una mujer corriendo por la calle, gritando y disparando un arma. Era una escena aterradora.
La mujer corrió hacia una casa cercana y se encerró dentro. La policía llegó rápidamente y rodeó la casa. Estuve allí durante horas, viendo cómo se desarrollaba el drama. Finalmente, la policía entró en la casa y arrestó a la mujer.
Nunca supe qué pasó después. Nunca supe por qué la mujer había disparado. Pero ese día, vi de primera mano el poder destructivo de la violencia armada. Fue un día que nunca olvidaré.
La violencia armada es un problema grave en nuestro país. Cada día, personas inocentes mueren o resultan heridas en tiroteos. Esta es una tragedia y tenemos que hacer algo para detenerla.
Hay muchas cosas que podemos hacer para prevenir la violencia armada. Podemos aprobar leyes más estrictas sobre el control de armas. Podemos financiar programas que ayuden a las personas a obtener la ayuda que necesitan para prevenir la violencia. Podemos educar a nuestros hijos sobre los peligros de las armas.
No podemos permitir que la violencia armada siga ocurriendo. Tenemos que tomar medidas ahora para detenerla.
Estoy orgullosa de ser parte de una comunidad que se preocupa por este tema. Estoy orgullosa de ser parte de una comunidad que está tomando medidas para detener la violencia armada.
Juntos, podemos hacer la diferencia. Juntos, podemos crear un mundo más seguro para nuestros hijos.