El pasado 26 de diciembre se enfrentaban en St. James' Park dos equipos históricos del fútbol inglés: el Newcastle United y el Aston Villa. Un partido que prometía espectáculo y que, desde luego, no defraudó.
El Newcastle, que venía de una racha positiva de resultados, se adelantó en el marcador en el minuto 2 gracias a un golazo de Anthony Gordon. El Aston Villa, lejos de venirse abajo, reaccionó con orgullo y puso en aprietos a la defensa local. Sin embargo, en el minuto 32, Jhon Durán vio la tarjeta roja directa por una entrada temeraria, dejando a su equipo con un jugador menos.
Esta circunstancia no hizo más que espolear al Newcastle, que dominó el resto del partido con claridad. En el minuto 59, Alexander Isak amplió la ventaja con un disparo cruzado. Y en el descuento, Joelinton puso la guinda al pastel con un cabezazo inapelable.
El resultado final fue un contundente 3-0 a favor del Newcastle, que se afianza en la zona media de la tabla y sueña con cotas más altas. El Aston Villa, por su parte, deberá aprender de sus errores y tratar de sumar puntos en los próximos partidos para alejarse de la zona de descenso.
El extremo del Newcastle fue el mejor jugador del partido con diferencia. Además de marcar el primer gol, Gordon fue un quebradero de cabeza constante para la defensa del Aston Villa. Su velocidad, regate y visión de juego fueron claves en la victoria de su equipo.
La tarjeta roja directa a Jhon Durán fue el punto de inflexión del partido. El Aston Villa, que hasta ese momento había estado compitiendo de tú a tú con el Newcastle, se vio obligado a jugar con un hombre menos durante más de una hora. Esta circunstancia condicionó totalmente el desarrollo del partido y permitió al Newcastle tomar el control del juego.
El Newcastle es un equipo en alza que, si mantiene este nivel de juego, puede aspirar a cosas importantes. El Aston Villa, por su parte, deberá mejorar mucho si quiere evitar el descenso.
El partido del pasado 26 de diciembre fue un fiel reflejo de la Premier League: un campeonato competitivo, emocionante e impredecible, donde cualquier cosa puede suceder.