Ni Una Menos




El grito que recorrió el mundo, el clamor que unió a millones de mujeres, el movimiento que hizo temblar los cimientos del patriarcado. "Ni Una Menos" surgió como un rugido de dolor y rabia, una respuesta a la violencia desmedida contra las mujeres en América Latina y el Caribe.

Su génesis se remonta al brutal asesinato de Chiara Páez, una joven argentina de 14 años, en 2015. Su muerte conmocionó al país y puso en evidencia la alarmante situación de impunidad y falta de respuesta estatal ante los femicidios. Un grupo de periodistas y activistas, lideradas por Marcela Romero, decidieron no callar más y convocaron a una movilización masiva el 3 de junio de ese año.

Bajo la consigna "Ni Una Menos", mujeres de todas las edades y condiciones sociales salieron a las calles, hartas de la violencia y la injusticia. El movimiento se extendió como un reguero de pólvora por toda la región, sumando voces y corazones en su reclamo por una vida libre de violencia para todas.

  • Un grito que resuena
  • El impacto de "Ni Una Menos" fue inmediato y profundo. La frase se convirtió en un símbolo de resistencia y empoderamiento femenino. Mujeres de todos los rincones del continente se identificaron con su mensaje y se sumaron al movimiento.

    Marchas, concentraciones y manifestaciones se repitieron en innumerables ciudades, llevando la problemática de la violencia machista a la agenda pública. Los gobiernos se vieron obligados a tomar medidas, aprobando leyes más estrictas e implementando políticas para prevenir y sancionar estos crímenes.

    Sin embargo, el camino hacia una sociedad libre de violencia contra las mujeres aún es largo. Los femicidios continúan ocurriendo, y las víctimas siguen enfrentándose a obstáculos sistémicos en el acceso a la justicia.

  • Historias que duelen
  • Detrás de cada mujer asesinada hay una historia de dolor y resiliencia. Familias destrozadas, sueños truncados y vidas que se pierden en medio del silencio y la indiferencia.

    El caso de Karla Souza, actriz y activista mexicana, es un testimonio desgarrador de la violencia sexual que enfrentan muchas mujeres. Tras denunciar públicamente a un director de cine por violación, Karla se convirtió en blanco de ataques y amenazas, demostrando que el miedo y la impunidad siguen siendo obstáculos para que las víctimas hablen.

    Las historias de Chiara, Karla y millones de mujeres anónimas nos recuerdan la urgencia de seguir luchando por una sociedad más justa e igualitaria.

  • Un movimiento vivo y pulsante
  • "Ni Una Menos" no es solo una consigna, es un movimiento vivo y pulsante que sigue transformando vidas y conciencias.

    Los colectivos feministas que integran "Ni Una Menos" realizan una labor incansable en el acompañamiento a víctimas, la denuncia de casos de violencia y la promoción de políticas públicas. Su activismo ha contribuido a visibilizar la problemática y a presionar a los gobiernos para que tomen acciones concretas.

    El movimiento también ha inspirado diversas iniciativas artísticas y culturales, como la obra de teatro "Vergüenza" de la compañía argentina Timbre 4, que aborda el tema de la violencia sexual desde la perspectiva de las víctimas.

  • Nuestro compromiso
  • La lucha contra la violencia machista es un compromiso colectivo que involucra a todos los miembros de la sociedad.

    Como hombres, debemos reconocer nuestro rol en la perpetuación de estereotipos y conductas violentas. Debemos cuestionar las normas sociales que perpetúan la desigualdad y promover una masculinidad saludable y respetuosa.

    Como mujeres, debemos seguir alzando nuestras voces, denunciando los abusos y apoyándonos mutuamente en la búsqueda de una vida libre de violencia.

    Juntos, podemos construir una sociedad donde las mujeres puedan vivir, amar y desarrollarse plenamente, sin miedo ni obstáculos.

    ¡Ni Una Menos! ¡Vivas nos queremos!