¿Nieve en Alicante? Sí, lo has leído bien. Esta ciudad mediterránea, conocida por sus cálidas playas y su sol abrasador, también ha experimentado la magia del manto blanco en algunas ocasiones excepcionales. Vamos a sumergirnos en los curiosos casos en los que Alicante se ha vestido de invierno.
Un invierno de cuento en 1963
El 15 de febrero de 1963, Alicante vivió un día que quedaría grabado en la memoria de sus habitantes. Una intensa nevada cubrió la ciudad, dejando un paisaje insólito y asombroso. Los copos de nieve bailaron sobre el paseo de la Explanada, pintando de blanco los palmerales y haciendo soñar a los alicantinos con un invierno muy diferente.
La histórica nevada de 1985
Dos décadas después, el 15 de marzo de 1985, la nieve volvió a sorprender a los alicantinos. En esta ocasión, la nevada fue aún más copiosa, alcanzando espesores de hasta 10 centímetros en algunos puntos de la ciudad. Las calles se transformaron en un manto blanco, y los coches quedaron sepultados bajo la nieve. Fue una experiencia inolvidable para los que la vivieron.
Un recuerdo lejano de 2011
Pasaron los años, y el recuerdo de la nieve en Alicante comenzó a desvanecerse. Sin embargo, en febrero de 2011, una nueva nevada hizo acto de presencia, aunque de forma más discreta. Esta vez, los copos de nieve dejaron una ligera capa blanca sobre la ciudad, recordando a los alicantinos que incluso en el Mediterráneo, la magia del invierno puede suceder.
¿Un futuro nevado?
Aunque las nevadas en Alicante son poco frecuentes, el cambio climático podría estar haciéndolas más probables. Los inviernos son cada vez más extremos, y esto puede significar más oportunidades para que la nieve visite la ciudad. ¿Volveremos a ver una gran nevada en Alicante? Solo el tiempo lo dirá.