No la llamo karma, la llamo consecuencia




Las acciones tienen consecuencias, eso es algo que aprendemos desde pequeños. Pero, ¿qué pasa cuando las consecuencias llegan tarde o son tan sutiles que apenas se notan?

Yo creo que hay algo más que el karma. Algo que actúa en la sombra, como un hilo invisible que conecta nuestras acciones con el destino.

No es una fuerza sobrenatural, sino algo muy humano. Es la forma en que nuestras decisiones van dando forma a nuestras vidas, creando un camino que a veces podemos elegir y otras veces no.

No hablo de premios y castigos divinos. Hablo de las consecuencias naturales de nuestros actos. De cómo una mentira puede destruir una confianza, de cómo un mal hábito puede arruinar una salud, de cómo un gesto de bondad puede cambiar una vida.

No es una cuestión de justicia o venganza. Es simplemente la ley de la causa y el efecto.

Yo no la llamo karma, la llamo consecuencia.

Una historia personal

Hace unos años, cometí un error que me costó muy caro. No fue nada terrible, pero fue suficiente para dejarme una cicatriz.

En aquel momento, me sentí muy mal por lo que había hecho. Pero con el tiempo, la culpa fue desapareciendo y la herida fue sanando.

Sin embargo, hace poco tiempo, las consecuencias de aquel error volvieron a aparecer. De una forma sutil, pero innegable.

Me di cuenta de que había estado viviendo con una mentira. Había estado fingiendo ser alguien que no era, por miedo a ser rechazado.

Y aquella mentira, aquel pequeño error del pasado, había ido creciendo y creciendo hasta convertirse en una bola de nieve que amenazaba con sepultarme.

Tuve que enfrentarme a mis demonios y reconocer que no había sido honesto conmigo mismo ni con los demás.

Fue duro, pero también fue liberador.

Ahora, por fin, puedo ser quien realmente soy.

La ley de la causa y el efecto

La historia que acabo de contar es solo un ejemplo de cómo nuestras acciones tienen consecuencias.

Puede que no sean siempre inmediatas o visibles, pero tarde o temprano llegan.

No se trata de castigarnos, sino de enseñarnos. De mostrarnos que cada decisión que tomamos tiene un impacto en nuestra vida.

Así que, la próxima vez que te enfrentes a una decisión, recuerda que no solo estás eligiendo el camino que quieres tomar, sino también las consecuencias que vendrán con él.

El hilo invisible

Creo que todos estamos conectados por un hilo invisible. Un hilo que une nuestras acciones con nuestro destino.

Puede que no siempre veamos el hilo, pero siempre está ahí.

Y cada vez que tomamos una decisión, el hilo se tensa un poco más.

Así que, ten cuidado con las decisiones que tomas.

Porque nunca sabes cuándo el hilo invisible puede tensarse y llevarte por un camino que nunca hubieras elegido.

Llamamiento a la acción

Te invito a que reflexiones sobre tus propias acciones y sobre las consecuencias que han tenido en tu vida.

¿Estás viviendo con una mentira?

¿Estás fingiendo ser alguien que no eres?

Si es así, te animo a que te enfrentes a tus demonios y seas honesto contigo mismo.

Solo entonces podrás ser libre.