Odio el verano

Cuando era niña, amaba el verano. Podía quedarme en casa todo el día, ver televisión y comer helado. Pero ahora que soy adulta, el verano es una época que me llena de estrés y ansiedad. Aquí tienes algunas de las razones por las que odio el verano:

• El calor. Vivo en un clima subtropical, y los veranos aquí son brutales. La temperatura puede alcanzar los 40 grados centígrados, y la humedad hace que sea difícil respirar. Me paso el verano sudando y sintiéndome incómoda.
• Los insectos. Los insectos son otra gran molestia en el verano. Mosquitos, moscas, avispas... todos parecen estar decididos a hacer mi vida miserable. Tengo que ponerme repelente de insectos cada vez que salgo de casa, y aun así siempre consigo que me piquen.
• Las multitudes. El verano es la temporada alta del turismo, y mi ciudad se llena de gente. Es difícil encontrar un lugar para aparcar, y las colas son eternas. No puedo ir a ningún sitio sin tropezar con un grupo de turistas.
• El sol. El sol es demasiado fuerte en verano. Me quemo con facilidad, y tengo que llevar protector solar todo el tiempo. También tengo que llevar gafas de sol y un sombrero, y aún así siempre consigo que se me quemen los ojos y la piel.