Santos queridos, en este día, con el corazón lleno de fe y esperanza, acudimos a ti, San Expedito, para encomendarte nuestras más sentidas peticiones. Eres conocido por tu rápida intercesión en situaciones apremiantes, y en este momento de premura, acudimos a tu protección.
Tú, que eres el patrón de las causas justas, te suplicamos que atiendas nuestros ruegos. Líbranos de las angustias que nos aquejan, y concede ayuda a aquellos que desesperadamente la necesitan. Intercede ante el Señor, para que nuestras peticiones sean atendidas con prontitud.
Oh, San Expedito, te pedimos que guíes a nuestros abogados y jueces en la búsqueda de la justicia. Que su juicio sea justo e imparcial, y que los inocentes sean defendidos.
Rogamos tu intercesión para que las puertas de la oportunidad se abran ante nosotros. Que encontremos trabajos dignos y bien remunerados, donde podamos crecer profesional y personalmente.
Te imploramos que sanes a los enfermos, que alivies su dolor y sufrimiento. Concede a los médicos y enfermeras sabiduría y habilidad para brindarles la mejor atención posible.
San Expedito, eres conocido por tu poderosa intercesión en causas urgentes. Sabemos que nuestros problemas pueden parecer pequeños ante tus ojos, pero para nosotros son de gran importancia. Te rogamos que escuches nuestras oraciones y que intercedas ante el Señor en nuestro nombre.
Creemos firmemente en tu poder y en tu bondad. Confiamos en que, a través de tu intercesión, nuestros ruegos serán atendidos y nuestras necesidades serán satisfechas. Te agradecemos de antemano por escuchar nuestras súplicas y por tu constante protección.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.