El fútbol chileno ha sido testigo de innumerables rivalidades a lo largo de su historia, y una de las más apasionantes y longevas es la que protagonizan O'Higgins y Audax Italiano. Estos dos equipos, originarios de ciudades vecinas, han forjado una rivalidad que va más allá del terreno de juego.
Los orígenes de esta rivalidad se remontan a mediados del siglo XX, cuando ambos clubes militaban en la Segunda División. Los partidos entre O'Higgins y Audax Italiano se caracterizaban por su intensidad y su alto nivel de competencia, lo que atraía a un gran número de aficionados.
Con el paso de los años, la rivalidad entre ambos equipos se fue intensificando. Los partidos se disputaban en un ambiente de tensión y pasión, y los hinchas de ambos bandos se involucraban activamente en las disputas. Esta rivalidad se trasladó también a las calles de Santiago, donde los aficionados de O'Higgins y Audax Italiano se enfrentaban en cánticos y bromas.
Uno de los momentos más emblemáticos de esta rivalidad se produjo en 1998, cuando Audax Italiano derrotó a O'Higgins en la final de la Copa Chile. Este triunfo le permitió a los "itálicos" clasificar a la Copa Libertadores, mientras que O'Higgins quedó con las manos vacías.
En los últimos años, la rivalidad entre O'Higgins y Audax Italiano ha perdido algo de intensidad. Sin embargo, los partidos entre ambos equipos siguen siendo considerados como clásicos del fútbol chileno. Los hinchas de ambos bandos se preparan con anticipación para estos encuentros, que siempre prometen espectáculo y emoción.
Más allá del fútbol, la rivalidad entre O'Higgins y Audax Italiano es también un reflejo de la rivalidad entre las ciudades de Rancagua y Santiago. Rancagua es una ciudad industrial, mientras que Santiago es la capital y el centro político y económico del país. Esta diferencia se ve reflejada en la rivalidad entre ambos equipos, que representa una lucha entre la provincia y la capital.
La rivalidad entre O'Higgins y Audax Italiano es una parte importante de la historia del fútbol chileno. Es una rivalidad que va más allá del terreno de juego, y que refleja la rivalidad entre dos ciudades y dos formas de vida diferentes. Los partidos entre estos dos equipos siempre son un acontecimiento especial, y los aficionados de ambos bandos los esperan con gran entusiasmo.