En las sombrías calles de Ciudad Juárez, Chihuahua, se escribió una historia macabra que aún hoy sigue estremeciendo el alma. Una historia de un hombre conocido como "Ojitos" Meza, un asesino en serie cuya crueldad y sadismo dejó una huella indeleble en la ciudad.
Francisco Javier Meza, alias "Ojitos", era un hombre enigmático y perturbador. Sus ojos hundidos, su mirada penetrante y su sonrisa inquietante lo distinguían de los demás. Era un maestro de la manipulación, capaz de ganarse la confianza de sus víctimas con facilidad.
Bajo la fachada de un hombre aparentemente normal, se escondía un monstruo. Sus crímenes eran horribles, caracterizados por una violencia sádica y un desprecio por la vida humana. Torturaba y asesinaba a sus víctimas, dejando cuerpos mutilados y corazones destrozados a su paso.
Su modus operandi era escalofriante. Acechaba a sus presas en las oscuras calles, a menudo apuntando a mujeres y niños. Los atraía con promesas de amor o protección, solo para revelar su verdadera naturaleza una vez que estaban a su merced.
La ciudad quedó aterrorizada. Los habitantes vivían con miedo constante, sus noches eran atormentadas por la posibilidad de encontrarse con el asesino que se escondía entre ellos.
La policía, desesperada por atrapar al escurridizo asesino, montó un operativo masivo. Pero "Ojitos" Meza era demasiado astuto. Siempre lograba eludir la captura, dejando atrás un rastro de víctimas y un creciente sentimiento de terror entre los ciudadanos.
Finalmente, después de una larga y angustiosa persecución, "Ojitos" Meza fue arrestado. Su juicio fue un circo mediático, con detalles espeluznantes de sus crímenes revelados ante un público horrorizado.
Meza fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua. Sin embargo, incluso entre rejas, su influencia nefasta aún se cernía sobre la ciudad.
La historia de "Ojitos" Meza es una historia de horror y maldad. Es un recordatorio del abismo de oscuridad que puede existir en el corazón humano.
Hoy, Ciudad Juárez continúa viviendo con la sombra de "Ojitos" Meza. Su legado de terror nunca será olvidado, pero tampoco lo será la valentía y resistencia de la gente que vivió a través de su reinado de terror.