Pastelitos




¡Hola, amigos golosos! Hoy os traigo una receta irresistible: ¡pastelitos caseros! Estos pequeños bocados de dulce están hechos con una masa crujiente y un relleno cremoso que te harán salivar. ¿Estás listo para embarcarte en un viaje culinario lleno de sabor y nostalgia?

La magia de la masa

El secreto de unos pastelitos perfectos reside en la masa. Para ello, necesitarás harina, mantequilla, agua y una pizca de sal. Mezcla todos los ingredientes hasta formar una masa suave y elástica. No te preocupes si al principio está un poco pegajosa, con el reposo en la nevera quedará perfecta.

El arte del relleno

Ahora viene la parte más emocionante: el relleno. Aquí tienes infinitas posibilidades. Puedes optar por rellenos clásicos como crema pastelera, manzana o chocolate. Yo te recomiendo la crema pastelera, es un clásico por una razón. Para prepararla, mezcla leche, azúcar, harina, huevos y un toque de vainilla. Calienta la mezcla hasta que espese y ¡listo!

El momento de la verdad

Una vez tienes la masa y el relleno, es hora de montar los pastelitos. Extiende la masa y corta círculos con un cortapastas. Coloca una cucharada de relleno en el centro de cada círculo y cierra los bordes, presionando bien para que no se abran durante la cocción.

La apoteosis: la fritura

Llega el momento más esperado: la fritura. Calienta abundante aceite en una sartén y fríe los pastelitos hasta que estén dorados y crujientes por fuera. Aquí te recomiendo que tengas paciencia, porque el exceso de temperatura hará que se quemen por fuera y queden crudos por dentro.

El paraíso del dulce

Saca los pastelitos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Espolvorea azúcar glas por encima y ¡a disfrutar! Te prometo que cada bocado será una explosión de sabor y felicidad.

Consejos para unos pastelitos perfectos

  • Utiliza una masa de buena calidad.
  • Deja reposar la masa en la nevera antes de usarla.
  • No rellenes demasiado los pastelitos.
  • Fríe los pastelitos a temperatura media para que se cocinen bien por dentro.
  • Espolvorea azúcar glas solo cuando los pastelitos estén fríos.

¡Anímate y sorpréndete!

¡Ah! Se me olvidaba. No te guardes el secreto para ti solo. Comparte tus pastelitos caseros con tus amigos y familiares. Ver sus caras de felicidad no tiene precio. ¡Manos a la masa, golosos!