¡Pedro Rocha, la leyenda uruguaya que iluminó el Maracaná!




En el firmamento del fútbol uruguayo, brilla una estrella fulgurante llamada Pedro Rocha. Un delantero excepcional, un mago del balón que dejó huella indeleble en el corazón de los aficionados.

Nació en 1942 en Salto, una ciudad del interior uruguayo. Desde niño, su pasión por el fútbol era innegable. Con apenas 16 años, debutó en el equipo local, Juventud, y su talento no pasó desapercibido.

En 1962, el Club Atlético Peñarol, el club más laureado de Uruguay, se fijó en el joven prodigio. Rocha no dudó en fichar por los aurinegros, iniciando una etapa dorada en su carrera.

Con Peñarol, Rocha conquistó innumerables títulos, entre ellos cuatro Copas Libertadores de América y dos Copas Intercontinentales. Era un delantero imparable, un goleador nato que deslumbró a todos con sus regates, su potencia y su capacidad para definir.

Pero fue en el mítico Estadio Maracaná, en Río de Janeiro, donde Pedro Rocha escribió su página más gloriosa. En el partido de desempate de la Copa Libertadores de 1966 ante River Plate, el delantero uruguayo anotó un gol antológico.

Con el balón en sus pies, Rocha se adentró en el área argentina, sorteando rivales como si fueran conos. Su elegancia, su habilidad y su sangre fría lo llevaron hasta el corazón de la defensa rival, donde disparó un balón imparable que se coló en el ángulo de la portería. El Maracaná enmudeció; Rocha había conquistado el corazón del pueblo brasileño.

Aquel gol fue el culmen de una carrera brillante, pero Pedro Rocha no se detuvo ahí. Siguió brillando en Peñarol, donde se convirtió en un símbolo del club. También jugó en el São Paulo brasileño y en el Sevilla español, dejando huella en cada equipo que vistió.

En la selección uruguaya, Rocha fue un pilar fundamental. Disputó tres Copas del Mundo, destacando especialmente en México 1970, donde marcó un gol de antología ante la Unión Soviética.

Tras retirarse del fútbol, Pedro Rocha siguió vinculado al deporte como entrenador y comentarista. Su sabiduría y su pasión por el fútbol lo convirtieron en una voz respetada y admirada en Uruguay y en todo el mundo.

Hoy, a sus 80 años, Pedro Rocha sigue siendo una leyenda viva del fútbol. Su talento, su entrega y su amor por el juego lo han convertido en un ídolo para generaciones de aficionados. El Maracaná, donde escribió su historia más brillante, jamás olvidará al mágico delantero uruguayo que iluminó su noche con un gol inolvidable.