Tras una exitosa etapa en el Brujas belga, Perisic dio el salto a la Bundesliga fichando por el Borussia Dortmund. En el Signal Iduna Park, brilló como un meteorito, convirtiéndose en un temible delantero capaz de desgarrar defensas con su velocidad, fuerza y un olfato de gol envidiable. Sus actuaciones estelares llamaron la atención del Inter de Milán, que lo fichó en 2015 por la entonces astronómica cifra de 16 millones de euros.
El ascenso y la redención
La temporada 2020/21 fue un punto de inflexión en la carrera de Perisic. Bajo la dirección del carismático Antonio Conte, el Inter dio un giro radical, dominando la Serie A y conquistando el cotizado título. Perisic fue una pieza fundamental de ese éxito, brillando como extremo y como carrilero, aportando goles, asistencias y un liderazgo silencioso pero poderoso.
Su actuación estelar en la semifinal de la Europa League de 2020 contra el Shakhtar Donetsk quedará grabada para siempre en los recuerdos de los tifosi interistas. Con el Inter perdiendo 2-0 en el descanso, Perisic salió del banquillo como un rayo, marcando dos goles y dando una asistencia para guiar a su equipo a una victoria por 5-0. Su impacto fue innegable, demostrando su inestimable valor para el club.
El héroe de San Siro
A medida que avanzaba la temporada 2021/22, Perisic siguió brillando. Se convirtió en un referente para sus compañeros, un mentor para los más jóvenes y un ídolo para los aficionados. Su pasión contagiosa, su espíritu de equipo y su amor por el Inter eran palpable en cada partido.
El 22 de mayo de 2022, Perisic selló su legado en San Siro al marcar el gol de la victoria en el último partido de la temporada contra la Sampdoria. El estadio estalló en vítores y lágrimas cuando el croata besó el escudo del Inter, un momento que quedó inmortalizado en los corazones y las mentes de los tifosi.
Un futuro brillante
Aunque Perisic ha dejado San Siro para emprender un nuevo capítulo en su carrera con el Tottenham Hotspur, su espíritu sigue vivo en las gradas. Es un héroe de los nerazzurri, un símbolo de sacrificio, pasión y triunfo sobre la adversidad. Su historia inspira a generaciones de jóvenes futbolistas y aficionados, demostrando que con determinación, resiliencia y un amor inquebrantable por el juego, todo es posible.