El próximo 12 de diciembre, el pequeño pueblo de Hîncești, Moldavia, se convertirá en el epicentro del fútbol europeo cuando el Petrocub reciba al Real Betis en un partido de la Europa Conference League.
Un sueño hecho realidadPara el Petrocub, un equipo que representa a un pueblo de apenas 15.000 habitantes, enfrentarse a un gigante como el Betis es un sueño hecho realidad. Fundado en 1994, el club ha ido escalando categorías hasta llegar a la élite europea, donde ahora se codea con los mejores equipos del continente.
El Betis, por su parte, no es un rival cualquiera. El equipo verdiblanco, seis veces campeón de la Copa del Rey, llega a Moldavia con la intención de sumar los tres puntos que le permitan asegurar su pase a la siguiente ronda del torneo.
El factor aficiónAunque el Petrocub sea el equipo local, el ambiente en las gradas del Estadio Zimbru será más propio de un partido del Betis. La gran cantidad de aficionados béticos que se desplazarán a Hîncești pintará las gradas de verdiblanco y creará un ambiente único que impulsará a su equipo.
Un partido históricoIndependientemente del resultado, el Petrocub - Betis será un partido histórico para el fútbol moldavo. Nunca antes un equipo de este país había recibido a un rival de tanta entidad en una competición europea.
Los jugadores del Petrocub saldrán al campo con la ilusión de hacer historia y demostrar que los sueños, por pequeños que parezcan, pueden hacerse realidad. El Betis, por su parte, buscará una victoria que le permita seguir peleando por los primeros puestos del grupo.