Pettinato: ¿Genio de la improvisación o maestro del absurdo?




En el mundo del espectáculo argentino, el nombre de Roberto Pettinato resuena con una mezcla de admiración y desconcierto. Este polifacético personaje, que ha transitado por el humor, la música y la conducción televisiva, es conocido por su desparpajo, su ingenio mordaz y su particular estilo de improvisación.

Algunos, como el crítico de televisión Jorge Bogliano, elogian su capacidad para crear momentos únicos e irrepetibles en vivo. "Es un mago de la improvisación, capaz de tejer una trama absurda y delirante que nos hace reír a carcajadas", asegura.

Sin embargo, otros cuestionan la calidad de sus intervenciones, tildándolas de "chabacanas" y "sin gracia". El escritor Pablo Sirvén, por ejemplo, opina que "Pettinato es más un bufón que un humorista, un tipo que se ríe de sus propias tonterías".

Pero más allá de las opiniones encontradas, lo cierto es que Pettinato ha dejado su huella en la cultura popular argentina. Su programa de televisión "Un mundo perfecto", emitido durante casi una década, reunió a un grupo de talentosos comediantes que impulsaron el humor absurdo y desfachatado en el país.

Sus ocurrencias, como aquella vez que llamó "zorro" al entonces presidente Fernando de la Rúa, han quedado grabadas en la memoria colectiva. Y sus locuras, como el día que se presentó en un evento con una tortuga en la cabeza, siguen causando asombro y risas.

Pero detrás de la fachada de comediante irreverente, también hay un hombre sensible y reflexivo. En sus entrevistas, Pettinato ha revelado su faceta más humana, hablando abiertamente sobre su infancia difícil, su adicción a las drogas y sus sueños rotos.

Es precisamente esta dualidad, entre el absurdo y la emoción, la que hace que Pettinato sea un personaje tan fascinante. ¿Es un genio de la improvisación o un maestro del absurdo? Quizás ambas cosas. Lo que está claro es que es un tipo único, capaz de hacernos reír y pensar al mismo tiempo.

En definitiva, Roberto Pettinato es un artista que ha marcado a una generación de argentinos con su humor ácido y su ingenio desbordante. Podrá gustar o no, pero nadie puede negar que es un personaje que no deja indiferente.

Y para cerrar, les dejo una de sus frases más célebres: "El humor es la única arma que tenemos para combatir la estupidez del mundo". ¡Salud, Roberto!