La magnitud de un temblor es una medida de la cantidad de energía liberada durante el mismo. Se mide en una escala logarítmica, lo que significa que cada unidad de magnitud representa un aumento de diez veces en la energía liberada.
La escala de magnitud más común es la escala de magnitud de momento (Mw). Esta escala se basa en el desplazamiento del suelo producido por el temblor y es la medida más precisa de la energía liberada.
La mayoría de los temblores que se sienten son pequeños, con una magnitud menor de 2,5. Estos temblores generalmente no causan daños, pero pueden ser alarmantes si no estás acostumbrado a ellos.
Los temblores moderados pueden causar un ligero daño a los edificios y otras estructuras, especialmente si están mal construidas. Los temblores fuertes pueden causar daños importantes, especialmente en áreas densamente pobladas.
Los temblores severos y mayores son lo suficientemente fuertes como para causar daños generalizados y pérdidas de vidas. Estos temblores también pueden activar deslizamientos de tierra, tsunamis y otros desastres naturales.
Es importante recordar que la magnitud de un terremoto es solo una medida de la cantidad de energía liberada. La intensidad del temblor que se siente en un lugar determinado puede verse afectada por factores como la distancia al epicentro, la geología local y la calidad de la construcción.
Si estás en un área que es propensa a terremotos, es importante estar preparado. Esto incluye tener un plan de emergencia, un botiquín de primeros auxilios y suministros básicos como agua y alimentos.
También es importante conocer las señales de un terremoto inminente, como un estruendo sordo, un destello de luz o un temblor leve. Si experimentas alguno de estos signos, cúbrete y agáchate debajo de un escritorio o mesa resistente.
Los terremotos son un hecho de la vida en muchas partes del mundo. Al estar preparado y conocer la magnitud de los temblores, puedes ayudar a mantenerte a ti y a tus seres queridos a salvo.
¡Mantente seguro!