El Proyecto Dominga, un megaproyecto minero propuesto en la zona norte de Chile, ha suscitado una feroz batalla entre sus defensores, que lo ven como un motor económico, y sus detractores, que temen sus devastadoras consecuencias ambientales.
El Proyecto Dominga se ubica en el Archipiélago de Humboldt, un santuario marino de renombre mundial que alberga una increíble biodiversidad, como pingüinos de Humboldt, delfines nariz de botella y ballenas azules. Los ambientalistas advierten que la actividad minera perturbará gravemente estos ecosistemas frágiles.
Los defensores del proyecto argumentan que Dominga creará miles de puestos de trabajo y estimulará la economía local. También sostienen que los estrictos estándares ambientales garantizarán la protección de la vida marina.
Los opositores al proyecto han organizado numerosas protestas y movilizaciones, expresando su preocupación por la contaminación, la pérdida de biodiversidad y los posibles daños a la industria pesquera local. Cuestionan la viabilidad de las medidas de mitigación y temen que los beneficios económicos sean efímeros.
En enero de 2023, el Comité de Ministros de Chile rechazó unánimemente el Proyecto Dominga, citando sus "impactos ambientales irreversibles". Esta decisión fue recibida con júbilo por los ambientalistas y los opositores del proyecto.
Si bien el rechazo de Dominga es una victoria para los ambientalistas, sigue habiendo amenazas al Archipiélago de Humboldt. La minería ilegal, el turismo no regulado y la contaminación siguen poniendo en peligro el frágil ecosistema.
El Proyecto Dominga ha puesto de relieve la urgente necesidad de proteger nuestras zonas marinas. Es esencial que apoyemos a las organizaciones ambientalistas, defendamos políticas sostenibles y exijamos responsabilidad a las empresas para garantizar la salud y la vitalidad de nuestros océanos para las generaciones futuras.