Halloween, la palabra que nos evoca fantasmas, brujas y calabazas, tiene un origen interesante. Es una contracción de la expresión inglesa "All Hallows Eve", que significa "víspera de Todos los Santos".
Esta festividad se remonta a los antiguos pueblos celtas, quienes celebraban el Samhain, un festival que marcaba el fin del verano y el comienzo del invierno. En esta noche, se creía que la línea entre el mundo de los vivos y el de los muertos se volvía borrosa, permitiendo que los espíritus regresaran a la tierra.
Con la llegada del cristianismo, el Samhain se fue fusionando con la festividad de Todos los Santos, convirtiéndose en la actual Halloween. La costumbre de disfrazarse y pedir dulces (llamado "trick or treat") se originó en la Edad Media, cuando los niños iban de puerta en puerta rezando por las almas de los difuntos.
Halloween es una festividad llena de símbolos y tradiciones:
Halloween se ha convertido en una festividad popular en todo el mundo. Se celebra con fiestas de disfraces, casas encantadas, concursos de calabazas talladas y, por supuesto, ¡mucho dulce!
Aunque su origen se remonta a tradiciones antiguas, Halloween sigue siendo una celebración divertida y espeluznante que nos permite abrazar nuestro lado más oscuro y disfrutar de la noche más terrorífica del año.