¿Quién es Yeong-su?

Yeong-su, interpretado por el actor Oh Young-su, es uno de los personajes más enigmáticos y entrañables de la exitosa serie de Netflix, El juego del calamar. Su carisma y su trágica historia de fondo han cautivado a millones de espectadores en todo el mundo.

Inicialmente presentado como un anciano frágil y senil, Yeong-su sorprende a sus compañeros de juego con su ingenio y su profunda comprensión de la naturaleza humana. Es un maestro del ddakji, un juego tradicional coreano, y utiliza su destreza para manipular estratégicamente los eventos a su favor.

A medida que avanza la serie, se revela el pasado tortuoso de Yeong-su. Fue un magnate de los negocios que cometió un terrible error, lo que le llevó a la ruina financiera y a la muerte de su hija. Este trágico acontecimiento lo atormenta y lo impulsa a buscar redención en el juego.

A pesar de su pasado sombrío, Yeong-su conserva un corazón bondadoso y un profundo sentido de compasión. Es un mentor para Sae-byeok, una joven desertora norcoreana, y ofrece palabras de sabiduría y consuelo a sus compañeros concursantes. Su bondad contrasta con la brutalidad despiadada del juego.

La relación de Yeong-su con Gi-hun, el protagonista de la serie, es uno de los aspectos más conmovedores de su personaje. A pesar de sus diferencias de edad y circunstancias, forman un vínculo inquebrantable. Su amistad demuestra el poder de la conexión humana incluso en las situaciones más oscuras.

En el momento culminante del juego, Yeong-su se sacrifica para salvar la vida de Gi-hun. Este acto desinteresado es un testimonio de su bondad y su voluntad de anteponer los intereses de los demás a los suyos propios.

La muerte de Yeong-su es una pérdida devastadora para Gi-hun y para los espectadores. Sin embargo, su legado vive. Su sabiduría, su compasión y su sacrificio inspiraron a millones a reflexionar sobre el valor de la humanidad y la importancia de la conexión.

Yeong-su, el anciano frágil convertido en héroe, permanecerá para siempre como un personaje inolvidable en la historia de la televisión. Su viaje de redención y su sacrificio final nos recuerdan el poder del espíritu humano, incluso frente a la adversidad más extrema.