Los "G7" son un grupo informal de siete países industrializados avanzados: Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón y el Reino Unido. Se reúnen anualmente para discutir y coordinar políticas sobre una amplia gama de cuestiones, principalmente económicas.
Los países del G7 representan aproximadamente el 46% del PIB mundial y el 58% de la población mundial. Son los principales contribuyentes a las organizaciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
Los orígenes del G7 se remontan a 1975, cuando los líderes de los seis países fundadores (Estados Unidos, Canadá, Francia, Alemania, Italia y Japón) se reunieron por primera vez en Rambouillet, Francia, para discutir la crisis petrolera mundial.
El Reino Unido se unió al grupo en 1976, y el G7 ha seguido reuniéndose anualmente desde entonces.
El G7 no tiene una estructura formal ni una secretaría permanente. Los líderes de los países miembros se reúnen anualmente en una cumbre, que generalmente se celebra en uno de los países miembros.
Las cumbres del G7 suelen durar dos días y se centran en una serie de temas, que pueden incluir: economía, política exterior, seguridad, cambio climático y desarrollo.
La agenda de cada cumbre es establecida por el país anfitrión. Los líderes de los países miembros también pueden solicitar que se incluyan temas adicionales en la agenda.
El G7 se considera un foro importante para la discusión y coordinación de políticas entre los principales países industrializados del mundo.
Los líderes del G7 utilizan las cumbres para discutir una amplia gama de cuestiones, desde la economía mundial hasta el cambio climático y la seguridad global.
El G7 también ha desempeñado un papel en la respuesta a crisis globales, como la crisis financiera de 2008 y la pandemia de COVID-19.
El G7 ha sido criticado por su falta de inclusividad. Los países en desarrollo no están representados en el grupo y, a menudo, se los acusa de tomar decisiones que no tienen en cuenta sus intereses.
El G7 también ha sido criticado por su falta de transparencia. Las cumbres del G7 suelen estar cerradas al público y no hay registros públicos de las discusiones que tienen lugar.
A pesar de estas críticas, el G7 sigue siendo un foro importante para la discusión y coordinación de políticas entre los principales países industrializados del mundo. Sus decisiones tienen un impacto significativo en la economía global y en las relaciones internacionales.