En el corazón del norte de España, donde las montañas se encuentran con el mar, se libra una batalla futbolística tan antigua como apasionante: el derbi entre el Real Oviedo y el Castellón.
Estas dos ciudades, separadas por más de 500 kilómetros, comparten una historia de rivalidad que se remonta a los albores del fútbol en nuestro país. Ambos clubes, fundados a principios del siglo XX, han escrito páginas gloriosas en la historia de este deporte, disputando incluso la Primera División en varias ocasiones.
Pero más allá de los títulos y los triunfos, lo que realmente hace especial a este derbi es la pasión y el fervor de sus aficionados. En cada enfrentamiento, las gradas del Carlos Tartiere o el Estadio Castalia se convierten en un crisol de emociones, donde el cántico, la alegría y la tensión se entremezclan.
Los hinchas del Oviedo, conocidos como "carbayones" por el emblemático árbol que preside la ciudad, son un pueblo fiel y entregado. Su cántico más famoso, "Asturias, patria querida", resuena con fuerza en cada partido, evocando el espíritu de unidad y orgullo regional.
Por su parte, la afición del Castellón, apodada "orelluts" por sus orejas grandes, es igual de apasionada y ruidosa. Su himno, "Castellón, tierra amada", es un canto a la ciudad y a sus valores, y lo entonan a pleno pulmón en cada victoria.
La rivalidad entre Oviedo y Castellón ha generado momentos inolvidables a lo largo de la historia. Desde el histórico ascenso del Oviedo a Primera en 1988, con el legendario guardameta Esteban en la portería, hasta la épica victoria del Castellón en el Tartiere en 2005, que le dio el pase a Segunda División.
Así que, cuando el calendario marca el derbi asturiano-castellonense, no lo dudes: acércate al estadio, vívelo en primera persona y siente la pasión que solo este encuentro puede despertar.
Porque el fútbol, como la vida, es una cuestión de pasión, de entrega y de disfrutar cada momento. Y en el derbi entre el Real Oviedo y el Castellón, ¡la pasión está servida!