Roberto Cano fue un jugador excepcional que, extrañamente, no gozó de la fama y el reconocimiento que merecía. Un alero de 2,03 metros dotado de una habilidad técnica exquisita, visión de juego y un tiro exterior letal. Su trayectoria en el baloncesto fue un claro ejemplo de que el talento, por sí solo, no siempre es suficiente para triunfar en el deporte de élite.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1967, Cano destacó desde muy joven por su altura y sus cualidades técnicas. Dio sus primeros pasos en el basket en el colegio Claret, donde rápidamente llamó la atención de los cazatalentos del Real Madrid. A los 17 años, fichó por el equipo blanco, donde coincidió con el legendario Dražen Petrović, un jugador que marcaría su vida para siempre. Cano aprendió de Petrović el arte de anotar desde cualquier posición, pero también el valor del trabajo duro y la dedicación.
En el Real Madrid, Cano formó parte del llamado "dream team español", un equipo repleto de estrellas como Fernando Martín, Juan Antonio San Epifanio "Epi" o Fernando Romay. Era la época dorada del baloncesto español, en la que la Selección Nacional logró su primera medalla olímpica en Los Ángeles 1984. Sin embargo, a pesar de su talento, Cano nunca llegó a ser titular indiscutible en el Real Madrid, eclipsado por otros jugadores más mediáticos.
En 1988, Cano decidió fichar por el CAI Zaragoza, donde vivió sus mejores años. En el equipo maño, se convirtió en el líder indiscutible y llevó al equipo a la final de la Copa del Rey en 1990. Sin embargo, la suerte volvió a darle la espalda cuando, en pleno partido, sufrió una grave lesión de rodilla que le obligó a retirarse prematuramente a los 23 años. Fue un golpe durísimo para Cano, que vio truncada su prometedora carrera de forma abrupta.
Después de retirarse, Cano se dedicó a entrenar a equipos de categorías inferiores. Sin embargo, nunca perdió su pasión por el baloncesto. En su etapa como entrenador, siempre inculcó a sus jugadores los valores que le habían enseñado sus maestros: el trabajo duro, la humildad y el amor por el deporte.
Hoy, Roberto Cano es un hombre reconocido en el baloncesto español por su talento y su espíritu de lucha. Aunque su nombre no aparezca en las páginas de historia junto a los de otros grandes jugadores de su generación, siempre será recordado como uno de los secretos mejor guardados del dream team español.
Dato curioso: Cano era conocido en el vestuario del Real Madrid como "la cabra" por su capacidad para "saltar" a los rivales y anotar desde posiciones imposibles.
Reflexión: El talento es importante en el deporte, pero no siempre es suficiente. La dedicación, el trabajo duro y un poco de suerte también son factores que influyen en el éxito de un deportista.