"Recuerdos de un preso número 100863: El exministro Rodrigo Rato y su paso por la cárcel".
En el frío y desangelado módulo 13 de la prisión de Soto del Real, el exministro Rodrigo Rato se enfrenta a su nueva realidad: la vida tras las rejas.
El otrora poderoso político, condenado a cuatro años y medio de cárcel por blanqueo de capitales y fraude fiscal, ha dejado atrás los lujos y privilegios para vivir entre barrotes.
A sus 71 años, Rato es el preso número 100863, un recluso más entre cientos de hombres que viven al margen de la sociedad.
Sus días transcurren con el ritmo monótono de la cárcel: el recuento, las comidas racionadas, las horas vacías en la celda.
Sin embargo, en el aislamiento del encierro, Rato ha encontrado tiempo para reflexionar sobre su pasado y su futuro.
En una emotiva entrevista con el periodista Jordi Évole, el exministro recuerda su ascenso meteórico en la política, su paso por el Gobierno de José María Aznar y su caída en desgracia.
Con voz pausada y mirada distante, Rato admite sus errores y pide perdón por el daño que ha causado.
"Cometí un error garrafal, un error de principiante", dice sobre su implicación en el caso Bankia.
"Nunca pensé que acabaría en la cárcel, pero aquí estoy. Es una experiencia muy dura, pero también muy aleccionadora".
En el módulo 13, Rato ha encontrado una nueva comunidad entre sus compañeros de celda.
Ha aprendido a respetar las normas no escritas de la prisión y a valorar las pequeñas cosas que hacen más llevadero el encierro.
"He aprendido que la libertad es un bien precioso que hay que cuidar", reflexiona.
Mientras cumple su condena, Rato espera un indulto que le permita volver a la libertad.
Sabe que el camino será largo y difícil, pero confía en que un día podrá dejar atrás los barrotes de Soto del Real.
"No sé qué me deparará el futuro, pero estoy decidido a aprovechar esta oportunidad para redimirme y ser una mejor persona", asegura.
La historia de Rodrigo Rato es un relato sobre el poder, la ambición y la fragilidad humana.
Es un recordatorio de que incluso los más poderosos pueden caer en desgracia y de que la libertad es un don que nunca debemos dar por sentado.