Me apasiona la televisión pública y RTVC es uno de mis mayores referentes. Como colombiano, me siento orgulloso de la programación que ofrece, de la calidad de sus producciones y del compromiso que tiene con la cultura y la educación del país.
Crecí viendo "La bola criolla", un programa infantil que me enseñó valores como la amistad, el respeto y la tolerancia. Me encantaba "El desafío", un reality show que me mostraba la fortaleza y el espíritu de superación de los participantes. Y ni qué decir de "El Chavo", una serie que me hacía reír a carcajadas y me recordaba la importancia de la familia y la amistad.
Pero RTVC no solo es entretenimiento. También es información y educación. Los noticieros de Señal Colombia y Canal Institucional me mantienen informado sobre lo que sucede en mi país y en el mundo. Los documentales de Telecaribe me han enseñado sobre la historia, la cultura y los problemas sociales de Colombia. Y los programas educativos de Señal Colombia Kids me han ayudado a comprender mejor el mundo que me rodea.
RTVC es mucho más que un canal de televisión. Es un pilar de nuestra cultura, un espacio para la reflexión, el entretenimiento y el aprendizaje. Es una ventana al mundo y un espejo de nuestra propia sociedad.
Por eso, hoy quiero rendirle homenaje a RTVC y a todos los que hacen posible su labor. Gracias por acompañarnos en nuestros hogares, por educarnos, por entretenernos y por hacernos sentir orgullosos de ser colombianos.
¡Que viva RTVC!