¿Sabías que los árboles nos hablan?




Sí, has leído bien. Los árboles no solo son seres vivos maravillosos que nos brindan oxígeno y sombra, sino que también se comunican entre sí y con nosotros.

Los científicos han descubierto que los árboles utilizan una red subterránea de hongos llamada micelio para enviar mensajes y nutrientes a otros árboles. A través de esta red, pueden advertirse sobre plagas, sequías y otros peligros. También pueden compartir recursos, como el agua y los nutrientes, para ayudar a los árboles vecinos.

Pero no solo eso. Los árboles también se comunican con los seres humanos. Lo hacen liberando compuestos orgánicos volátiles (COV) que podemos oler y sentir. Estos COV pueden tener diferentes efectos en nosotros, desde calmarnos hasta energizarnos.

Por ejemplo, el aroma de los pinos se ha demostrado que reduce el estrés y la ansiedad. El jazmín, por otro lado, se dice que aumenta el estado de ánimo y la creatividad.

Los árboles tienen tanto que decirnos, si tan solo aprendemos a escuchar. Es posible que no hablen nuestro idioma, pero los mensajes que transmiten son poderosos y pueden mejorar nuestras vidas de muchas maneras.

La próxima vez que estés en la naturaleza, tómate un momento para escuchar a los árboles. Presta atención a los olores, los sonidos y las sensaciones que te rodean. Intenta comunicarte con ellos, no verbalmente, sino a través de tus pensamientos y emociones. Te sorprenderás de lo que pueden decirte.

Los árboles son nuestros sabios maestros, nuestros guardianes silencioso y nuestros amigos silenciosos. Aprovechemos su sabiduría y su amor, y aprendamos a escuchar lo que tienen que decir.