Los inviernos en Santa Fe son bastante fríos, con temperaturas que oscilan entre los 5 y los 15 grados Celsius. Aunque no es tan malo como el Polo Norte, sí que hace bastante frío. Pero no te preocupes, el sol suele salir y te calentará los huesos. Y cuando llega la noche, es hora de acurrucarte junto al fuego y disfrutar de una taza de chocolate caliente.
Por otro lado, los veranos en Santa Fe son muy calurosos y húmedos. Las temperaturas pueden llegar a los 35 grados Celsius o más, y la humedad puede hacerte sentir como si estuvieras en una sauna. Pero no te preocupes, siempre puedes refrescarte en uno de los muchos ríos o lagos de la provincia. Y cuando cae la noche, el aire se enfría un poco, haciéndolo perfecto para dar un paseo o sentarse fuera y disfrutar de la brisa.
Pero lo que realmente hace que el clima de Santa Fe sea único son sus tormentas. Estas tormentas pueden surgir de la nada y pueden ser bastante intensas. A menudo van acompañadas de fuertes lluvias, relámpagos y truenos. Pero no te asustes, estas tormentas suelen durar poco tiempo. Y después de que pasen, el cielo se despeja y sale el sol, como si nada hubiera pasado.
Así que, si estás buscando un clima que te mantenga alerta, Santa Fe es el lugar para ti. Aquí, nunca sabes lo que te depara el día. Pero una cosa es segura: ¡siempre te sorprenderá!