¡Santa María, madre de Dios! Te suplico, protege a mis seres queridos.




Desde el fondo de mi corazón, te dirijo esta súplica, Santa María, madre de nuestro Señor Jesucristo. Te imploro que extiendas tu manto protector sobre mis seres queridos, que los mantengas a salvo de todo peligro y los guíes por el camino correcto.

Sé que estás atenta a nuestras plegarias, que escuchas el clamor de los que te invocan con fe y devoción. Por eso, confío en que atenderás mi súplica y velarás por la seguridad y el bienestar de aquellos que más amo.

Amor incondicional

El amor que siento por mis seres queridos es inconmensurable. Son mi razón de ser, mi todo en esta vida. Haría cualquier cosa por protegerlos, pero sé que mis propias fuerzas son limitadas. Por eso, recurro a ti, Santa María, porque eres la madre de todos los creyentes y tienes el poder de interceder ante nuestro Señor.

Te suplico que los llenes de tu gracia, que los alejes de la tentación y del mal. Que les concedas salud, felicidad y prosperidad. Que los guíes en sus decisiones y los ayudes a alcanzar sus sueños.

Protección frente a las adversidades

En estos tiempos difíciles, cuando el mundo parece estar sumido en el caos y la incertidumbre, te imploro que protejas a mis seres queridos de cualquier peligro físico o espiritual. Que los resguardes de enfermedades, accidentes y de las malas intenciones de los demás.

Que sean conscientes de tu presencia en sus vidas, que sientan tu amor y tu protección. Que sepan que siempre estás ahí para ellos, para escuchar sus súplicas y para brindarles consuelo en los momentos difíciles.

Ejemplo de fe y devoción

Santa María, tú eres el ejemplo perfecto de fe y devoción. A pesar de las adversidades que enfrentaste, siempre mantuviste tu confianza en Dios y cumpliste su voluntad. Te pido que inspires a mis seres queridos a seguir tu ejemplo, a vivir una vida de fe y a poner su confianza en nuestro Señor Jesucristo.

Que sean agradecidos por las bendiciones que reciben, que compartan su amor y su fe con los demás, y que sean testigos fieles del Evangelio.

Te suplico, Santa María, que escuches mi súplica y protejas a mis seres queridos. Sé que con tu intercesión, podrán enfrentar cualquier desafío y vivir una vida plena y feliz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.