Bueno, bueno... calma ahí, caballería. Que no es para tanto, ni tampoco es María. Soy yo, tu humilde servidora, que hoy me he arreglado un poquito (bueno, no tanto) y me he puesto guapita para escribir este artículo.
Y es que, ¿qué mejor día que hoy para hablar de belleza? Hoy, que es el Día Internacional de la Belleza, ese día en el que celebramos todo lo que nos hace sentir bien con nosotros mismos, nuestro cuerpo y nuestra imagen.
Y hablando de belleza, no puedo evitar pensar en todas esas veces que nos hemos sentido inseguros o acomplejados por algo de nuestro aspecto físico. A todos nos ha pasado, ¿verdad? Es algo humano.
Pero hoy, quiero proponeros un cambio de perspectiva. ¿Y si en lugar de centrarnos en lo que no nos gusta de nosotros mismos, empezamos a apreciar lo que sí nos gusta? ¿Y si en lugar de criticarnos, nos aceptamos y nos queremos tal y como somos?
Porque, amigas y amigos, la verdadera belleza no está en el exterior, sino en el interior. Está en la sonrisa que iluminas el mundo, en la mirada que irradia bondad, en el corazón que ama incondicionalmente.
Así que hoy, en este Día Internacional de la Belleza, hagamos un pacto con nosotros mismos. Un pacto para querernos más, para aceptarnos tal y como somos, para brillar con nuestra propia luz única e irrepetible.
Y recuerda, ¡que lo más bonito del mundo eres tú!