Santillana, el pueblo de las tres mentiras




Santillana del Mar es un pueblo medieval de Cantabria, España, conocido por su colegiata, un edificio románico de estilo mozárabe que destaca por su belleza y su estado de conservación. Sin embargo, el pueblo es famoso por algo más: sus tres mentiras.

"Santana de nombre, villa de hecho, y no tiene mar" son las tres mentiras que se repiten una y otra vez en referencia a este pueblo. Y es que, pese a llamarse "Santillana del Mar", el pueblo no está a orillas del mar, sino a unos 8 kilómetros de distancia. Además, su nombre no es Santana, sino Santillana, y aunque en su momento fue una villa, hoy es un pueblo.

La leyenda de las tres mentiras


Cuenta la leyenda que el rey Alfonso VIII de Castilla, cansado de las continuas disputas entre los habitantes de Suances y Santillana, decidió hacer una visita al pueblo para resolver el conflicto. Llegó a Santillana y preguntó por el nombre del lugar, a lo que los habitantes respondieron: "Santana". El rey les dijo que eso era mentira, ya que el pueblo se llamaba Santillana. A continuación, preguntó por la distancia al mar, y los habitantes le dijeron que estaba cerca. El rey les dijo que eso también era mentira, ya que el pueblo estaba a varios kilómetros de distancia. Por último, preguntó si el pueblo era una villa, y los habitantes le dijeron que sí. El rey les dijo que eso también era mentira, ya que el pueblo era sólo un pueblo.

A pesar de las mentiras, el rey Alfonso VIII quedó impresionado por la belleza de Santillana y decidió concederle el título de villa. Sin embargo, las "tres mentiras" del pueblo quedaron grabadas en la memoria de la gente, y desde entonces se repiten como anécdota curiosa.

La verdadera historia


Aunque la leyenda de las tres mentiras es muy popular, la verdadera historia de Santillana es algo diferente. El nombre del pueblo no es un error, sino que proviene de la palabra "santullano", que significa "pequeño santo". El pueblo se desarrolló en torno a la colegiata, que fue fundada en el siglo XII por el obispo de Burgos, Sancho de Castilla. En cuanto a la distancia al mar, es cierto que Santillana no está a orillas del mar, pero se encuentra en una zona costera y siempre ha tenido una estrecha relación con el mar. Finalmente, el título de villa que le concedió el rey Alfonso VIII fue revocado en el siglo XIX, por lo que Santillana volvió a ser un pueblo.

A pesar de las diferencias entre la leyenda y la historia real, las "tres mentiras" de Santillana siguen siendo una anécdota curiosa que forma parte del folclore de Cantabria. Y es que, ¿qué importa si el pueblo no está a orillas del mar, si su nombre no es Santana y si no es una villa? Santillana del Mar es un lugar encantador con una historia rica y una belleza indiscutible, y eso es lo que realmente importa.