El Sermón de las Siete Palabras es una tradición católica que se celebra durante el Viernes Santo. Consiste en la lectura y meditación de las siete últimas palabras que pronunció Jesús en la cruz.
Cada palabra representa un momento crucial en la vida de Cristo, un mensaje de amor, perdón y esperanza para toda la humanidad.
Primera Palabra: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen"
Esta palabra nos habla del amor incondicional de Dios, incluso hacia aquellos que lo han ofendido. Nos recuerda que todos somos pecadores y necesitamos el perdón de Dios.
Segunda Palabra: "Hoy estarás conmigo en el paraíso"
Esta palabra nos da esperanza de salvación, incluso en los momentos más oscuros. Nos asegura que aquellos que creen en Jesús tendrán vida eterna.
Tercera Palabra: "Mujer, ahí tienes a tu hijo... Hijo, ahí tienes a tu madre"
Esta palabra nos habla del cuidado y la compasión de Dios. Incluso en la cruz, Jesús se preocupó por su madre y su discípulo amado, encomendándoles el uno al otro.
Cuarta Palabra: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Esta palabra es un grito de angustia, un momento de duda y temor. Nos recuerda que incluso Jesús experimentó momentos de debilidad y necesito el consuelo de su Padre.
Quinta Palabra: "Tengo sed"
Esta palabra es un recordatorio de nuestra fragilidad humana. Nos recuerda que necesitamos de Dios para saciar nuestra sed de amor, propósito y sentido.
Sexta Palabra: "Todo está consumado"
Esta palabra marca el cumplimiento de la obra de redención de Jesús. Nos recuerda que su sacrificio fue perfecto y que ha vencido el pecado y la muerte.
Séptima Palabra: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu"
Esta palabra es una oración de confianza y entrega total a Dios. Nos recuerda que incluso en la muerte, podemos confiar en el amor y la providencia de Dios.
El Sermón de las Siete Palabras es una oportunidad para reflexionar sobre el sufrimiento y el sacrificio de Jesús y para recibir su amor y perdón. Es un tiempo para meditar sobre las verdades eternas de la fe y para renovar nuestra esperanza en la salvación.