¡Setiembre o septiembre, el eterno dilema!




¡Ay, amigos míos, el sempiterno debate entre "setiembre" y "septiembre" ha llegado una vez más! Como un viejo amigo que vuelve a visitarnos cada año, este dilema nos divide y nos trae de cabeza.

Para mí, la cuestión es clara: "setiembre" es la forma correcta. No sólo tiene más sentido etimológicamente, sino que también es más bonito y suena más armonioso. ¡Es como una dulce melodía que acaricia nuestros oídos!

Los que defienden "septiembre" suelen argumentar que es la forma más común, pero eso no significa que sea correcta. Como dicen, "la mayoría no siempre tiene la razón". Sólo hace falta recordar que en su día la gente también creía que la Tierra era plana.

Además, el propio diccionario de la RAE reconoce "setiembre" como forma válida, aunque sin duda prefiere "septiembre". Pero vamos, ¿quién le hace caso a la RAE? Son como los padres que siempre tienen razón, aunque a veces se equivoquen.

  • En cuanto a la etimología, "setiembre" viene del latín septem, que significa "siete", y -embre, que indica mes. Es decir, "setiembre" significa literalmente "séptimo mes", que es lo que es. Sin embargo, "septiembre" deriva de september, que se refiere al séptimo mes del calendario romano, que en su origen no era el mes de septiembre, sino el de octubre.
  • Y ya que hablamos de historia, "setiembre" es la forma que se usó durante siglos en nuestra lengua. Sólo con la llegada del castellano a América se empezó a imponer "septiembre". Pero, ¿por qué? Pues porque los españoles que llegaron a estas tierras querían diferenciarse de los indígenas, que usaban "setiembre". Qué tontería, ¿no?

En fin, amigos míos, es hora de tomar partido. ¡Yo me declaro oficialmente defensor de "setiembre"! No sólo por su corrección, sino también por su belleza y su tradición. Así que, la próxima vez que escribáis o digáis la palabra "septiembre", recordad, ¡no cometáis el error de usar la forma incorrecta!

Y para terminar, una pequeña reflexión: ¿no es curioso cómo las palabras pueden ser tan poderosas? Un simple cambio de letra puede dividirnos y unirnos, hacernos reír o llorar. Las palabras tienen el poder de cambiar el mundo, así que usémoslas con sabiduría y con amor.