¿Te acuerdas de Jesús Quintero?
El maestro de la entrevista, el periodista que hacía hablar a cualquiera, el hombre que nos hizo reflexionar sobre la vida, el amor y la muerte.
Jesús Quintero, el loco de la colina, el perro verde, el hombre que hizo de la noche un lugar para pensar y sentir.
Su voz pausada, su mirada penetrante, su sonrisa cómplice... Era capaz de crear un ambiente mágico en el que los entrevistados se sentían libres para hablar de lo que realmente les importaba.
Entrevistó a los grandes nombres de la cultura, la política y la sociedad españolas. Desde Ortega y Gasset hasta Salvador Dalí, desde Fidel Castro hasta Julio Iglesias. Pero también dio voz a los marginados, a los olvidados, a aquellos que no tenían cabida en los medios de comunicación tradicionales.
Quintero era un maestro del silencio. Sabía cuándo hablar y cuándo escuchar. Sus preguntas eran precisas y directas, pero nunca agresivas. Dejaba espacio para que sus entrevistados se expresaran, para que contaran sus historias sin interrupciones.
Y es que para Quintero, la entrevista era un acto de amor. Amor por el conocimiento, amor por la verdad y amor por el ser humano.
Nos enseñó que todos tenemos algo que decir, que todos tenemos una historia que contar. Nos enseñó que la noche es un buen momento para reflexionar, para pensar en lo que realmente importa.
Quintero nos hizo mejores personas. Nos hizo pensar, nos hizo sentir, nos hizo llorar y nos hizo reír.
Gracias, Jesús Quintero. Por todo lo que nos has dado.
Descansa en paz, maestro.