¡Ay, Cusco, mi Cusco! Siempre me ha encantado visitarte, pero esta vez me llevaste un susto que no veas. El otro día, en plena mañana, la tierra empezó a moverse debajo de mis pies. ¡Pensé que se me acababa el mundo!
Resultó ser un terremoto de 5,7 grados en la escala de Richter. No fue muy fuerte, pero lo suficiente para hacerme tambalear y dejarme con el corazón en la boca. Afortunadamente, no hubo daños graves ni víctimas mortales, pero sí algunos desperfectos en edificios y casas.
Lo curioso es que, cuando me desperté esa mañana, sentí una extraña sensación de inquietud. Era como si algo me dijera que iba a pasar algo. Y, efectivamente, así fue. ¿Sería sexto sentido o simplemente mala suerte?
El sismo a través de los ojos de los cusqueñosEl sismo de Cusco fue un recordatorio de que vivimos en una zona sísmica activa. Es importante estar preparados para estos eventos y saber cómo actuar en caso de que ocurran. Aquí tienes algunos consejos:
Espero que nunca más tengamos que vivir un terremoto fuerte en Cusco, pero es mejor estar preparados. ¡Cuídense, cusqueños!