Terapias de Conversión: ¿Qué son y por qué están mal?

En un mundo donde la aceptación y la inclusión deberían ser el estándar, existen prácticas peligrosas y dañinas que intentan cambiar la orientación sexual o la identidad de género de las personas.

Las "terapias de conversión" son exactamente eso: intentos desacreditados y aborrecibles de "curar" a las personas LGBTQ+ de su identidad innata. Estas prácticas infunden miedo, vergüenza y desinformación, y pueden tener consecuencias devastadoras para las personas a las que se dirigen.

• Daño psicológico: Las terapias de conversión pueden provocar ansiedad, depresión, baja autoestima y pensamientos suicidas.
• Trauma emocional: Estas prácticas traumáticas crean sentimientos de rechazo, aislamiento y miedo.
• Abuso físico: En algunos casos extremos, se ha informado de abuso físico y coerción.

Estas "terapias" se basan en el concepto equivocado de que ser LGBTQ+ es una enfermedad que debe "tratarse". Sin embargo, la orientación sexual y la identidad de género no son opciones ni preferencias; son parte integral de la identidad de una persona.

Intentos de cambiar la orientación sexual o la identidad de género no solo son ineficaces, sino que también son profundamente perjudiciales. Las personas LGBTQ+ son tan valiosas y dignas como cualquier otra persona, y merecen ser respetadas y aceptadas por quienes son.

Es crucial que trabajemos juntos para denunciar las terapias de conversión y crear un mundo donde todos puedan vivir auténticamente sin temor a ser rechazados o perjudicados.

"Fui sometido a una terapia de conversión cuando era adolescente", comparte Alex. "Me hicieron sentir que era un monstruo, algo que debía ser arreglado. Pasé años luchando con la depresión y la ansiedad como resultado."

Sarah contó su historia: "Mi familia me llevó a un campamento de terapia de conversión. Me aislaron, me obligaron a hacer "ejercicios de masculinidad" y me dijeron que estaba poseída por el demonio. Me tomó años sanar del trauma que sufrí."

Los profesionales de la salud y los padres tienen un papel vital que desempeñar para proteger a las personas LGBTQ+ de las terapias de conversión. Es esencial:

• Educarse: Aprenda sobre los peligros de las terapias de conversión y cómo reconocer sus signos.
• Apoyar a los jóvenes: Cree un entorno seguro y de apoyo para los jóvenes LGBTQ+, haciéndoles saber que están amados y aceptados.
• Denunciar las terapias de conversión: Si tiene conocimiento de alguna terapia de conversión, denúncielo a las autoridades.

Una llamada a la acción

Juntos, podemos crear un mundo donde las terapias de conversión sean cosa del pasado. Necesitamos:

• Legislar: Aprobar leyes que prohíban las terapias de conversión.
• Educar: Concienciar sobre el daño de las terapias de conversión.
• Apoyar a los sobrevivientes: Brindar apoyo y recursos a quienes han sido sometidos a terapias de conversión.

Todos merecemos vivir vidas auténticas y sin miedo. Trabajemos juntos para poner fin a esta práctica dañina y crear un mundo donde todos los individuos LGBTQ+ puedan prosperar.