Turquía - Portugal




¿Qué tienen en común Turquía y Portugal?
Turquía y Portugal, dos países separados por miles de kilómetros y culturas distintas, pueden parecer mundos aparte. Sin embargo, un viaje culinario revela sorprendentes similitudes que conectan estas dos tierras.
Embárcate en un viaje gastronómico por
  • Turquía
  • y
  • Portugal
y descubre los sabores que unen a estas dos naciones. Desde el Mediterráneo hasta el Atlántico, te sorprenderán los platos tradicionales compartidos que han sobrevivido a lo largo de los siglos.
El pan nuestro de cada día
El pan es la base de muchas comidas en ambas culturas. En Turquía, el pide es un pan plano y crujiente horneado en hornos de piedra. En Portugal, el pao es un pan blanco y esponjoso que se sirve con todo, desde sopas hasta quesos. Ambos panes son la base perfecta para comidas deliciosas.
Delicias de mar
Las costas de Turquía y Portugal están bendecidas con abundantes mariscos. Los pescados a la parrilla, como la dorada y la lubina, son platos populares en ambos países. En Turquía, el mezze de mariscos es una selección de pequeños platos que incluye calamares fritos, mejillones y pulpo. En Portugal, las cataplanas, guisos de mariscos cocinados en ollas de cobre, son un festín para los amantes del marisco.
Dulces tentaciones
Los golosos estarán encantados con las delicias dulces que comparten Turquía y Portugal. El baklava turco, un hojaldre empapado en jarabe, tiene su equivalente en Portugal, el pastel de nata, una tarta de crema pastelera cubierta con canela. Ambos dulces son un final perfecto para una comida abundante.
Bebidas tradicionales
El té es una bebida fundamental en Turquía y Portugal. En Turquía, el cay se sirve en pequeños vasos en forma de tulipán y se aromatiza con azúcar o hierbas. En Portugal, el bica es un café expreso corto y fuerte que se disfruta en cafés y bares. Ambas bebidas son una forma refrescante de terminar el día o empezar la noche.
Vínculos históricos
Las similitudes culinarias entre Turquía y Portugal encuentran sus raíces en siglos de intercambios culturales. El Imperio Otomano, que gobernó partes de Europa, incluidas partes de Portugal, dejó una huella duradera en la cocina portuguesa. El intercambio de especias, ingredientes y técnicas dio forma a los platos que ambos países disfrutan hoy en día.
Conclusión
El viaje gastronómico por Turquía y Portugal revela un mosaico de sabores compartidos que conecta a estas dos naciones. Desde el pan diario hasta las delicias de mar y los dulces tentadores, las similitudes culinarias hablan de un pasado entrelazado y un presente vibrante. La próxima vez que pruebes un pide turco o un pastel de nata portugués, recuerda los lazos invisibles que unen estas culturas distantes.