Una chica de Jersey
Una historia de amor, pérdida y la búsqueda de la redención
Soy una chica de Jersey, nacida y criada allí. Conozco el ritmo de la vida en la ciudad, el olor del océano y el sonido de las olas rompiendo en la costa. También conozco el dolor de la pérdida y la lucha por encontrar la redención.
Mi historia comienza con un amor. Conocí a mi marido, Ollie, cuando éramos jóvenes. Era guapo, encantador y me hacía reír. Nos enamoramos perdidamente y en un año nos casamos. Un año después, nació nuestra hermosa hija, Gertie.
Éramos una familia feliz. Ollie tenía un trabajo exitoso como publicista en Manhattan y yo me quedaba en casa cuidando de Gertie. La vida era buena, pero no duró mucho.
Un día, Ollie tuvo un accidente de coche. Murió en el acto.
Mi mundo se derrumbó. Perdí al amor de mi vida, al padre de mi hija y a mi mejor amigo. No podía creer que se hubiera ido.
Pasé los meses siguientes en un estado de shock e incredulidad. No podía comer, dormir ni funcionar normalmente. Solo existía, sintiendo el dolor de su ausencia cada momento del día.
Pero entonces recordé a Gertie. Tenía solo dos años cuando su padre murió y la necesitaba más que nunca. Sabía que tenía que ser fuerte por ella.
Poco a poco, empecé a recomponer las piezas de mi vida. Volví al trabajo, llevé a Gertie a la guardería y traté de encontrar una nueva normalidad. Pero no fue fácil.
Cada día era una lucha, pero estaba decidida a hacer una buena vida para Gertie. Ella era mi luz al final del túnel, mi razón para seguir adelante.
Y luego, un día, conocí a alguien. Se llamaba Mark y era un viejo amigo de Ollie. Era amable, cariñoso y me hizo reír. Al principio, no estaba segura de si estaba lista para empezar una nueva relación, pero Mark fue paciente y comprensivo.
Con el tiempo, me enamoré de Mark. Me ayudó a curar mis heridas y me mostró que todavía podía ser feliz. Nos casamos y tuvimos un hijo, que lleva el nombre de su padre.
Soy una chica de Jersey, nacida y criada allí. He conocido el amor, la pérdida y la redención. Y aunque la vida no siempre ha sido fácil, he aprendido que siempre hay esperanza, incluso en los momentos más oscuros.