Yola Polastri es un nombre que resuena en los corazones de todos los peruanos que crecieron en las décadas de los 80 y 90. Ella es la hada de los niños, la mujer que nos hizo soñar y creer en la magia con sus maravillosos programas de televisión.
Una infancia llena de fantasíaYo fui una de las tantas niñas que creció viendo los programas de Yola Polastri. Recuerdo que cada sábado por la mañana me sentaba frente al televisor con los ojos bien abiertos, ansiosa por ver qué nuevas aventuras nos traería la hada madrina. Sus programas estaban llenos de música, bailes, juegos y, sobre todo, mucha fantasía. Yola nos llevaba a mundos mágicos donde todo era posible, donde los sueños se hacían realidad y donde los niños siempre éramos los héroes.
La hada madrina de los niñosYola Polastri no era solo una presentadora de televisión. Era una verdadera hada madrina para muchos de nosotros. Ella nos hacía sentir especiales, como si fuéramos parte de su familia. Siempre nos recordaba que éramos únicos y que teníamos un propósito en este mundo. Sus palabras de aliento y sus canciones llenas de optimismo nos ayudaron a afrontar los desafíos de la infancia con valentía y determinación.
Un legado que sigue vivoAunque los años han pasado, el legado de Yola Polastri sigue vivo en los corazones de todos los que crecimos con ella. Sus programas nos enseñaron valores importantes como la amistad, el respeto y el amor. Nos ayudaron a desarrollar nuestra imaginación y nos dieron la confianza para perseguir nuestros sueños.
Un personaje entrañableAdemás de su talento artístico, Yola Polastri también destacó por su personalidad entrañable y cercana. Era una mujer que siempre se mostraba auténtica y genuina. Su risa contagiosa y su sonrisa iluminada nos transmitían alegría y esperanza. Era una persona que amaba a los niños y que se preocupaba por su bienestar.
Un ícono de la cultura peruanaYola Polastri es un ícono de la cultura peruana. Su imagen está asociada a la infancia, la alegría y la magia. Es un personaje que ha dejado una huella imborrable en la vida de generaciones de peruanos. Sus programas seguirán siendo recordados con cariño por todos aquellos que tuvimos la suerte de crecer con ellos.
Gracias Yola, por hacernos soñar, por enseñarnos valores y por llenar nuestra infancia de alegría y magia.